Según estudio Whatsapp ha causado 28 millones de rupturas, mientras 95% ha buscado a su ex en facebook

WhatsApp, Facebook o Twitter y otras herramientas digitales nos permiten estar en contacto permanente con gran número de personas, pero también han multiplicado las posibilidades de enfadarnos con un amigo, compañero o familiar, además de precipitar un sinfín de separaciones.
Una de las sorpresas que se llevaron los primeros fabricantes de móviles fue descubrir que los usuarios los acabarían usando más para mandarse mensajes de texto que para llamar por teléfono.
No estaba previsto que un dispositivo pensado para hablar acabara convertido en una especie de telégrafo, aunque se mantuvo cierto equilibrio entre voz y mensajes mientras estos ?los casi vintage SMS? eran de pago.
Con la irrupción de WhatsApp, Messenger y similares en los dispositivos con tarifa plana, la gratuidad ha propiciado una bacanal de mensajes de todo tipo que llegan a nuestro bolsillo a cualquier hora del día o de la noche.
Más allá del estrés que provocan los grupos de conversación o las constantes interrupciones durante el trabajo, la urgencia ?a menudo se nos exige respuesta inmediata? y el exceso de estas comunicaciones presenta los siguientes riesgos:
1. Exposición a la curiosidad ajena. En cualquier momento puede aparecer un mensaje íntimo en la pantalla de nuestro smartphone, que si está sobre una mesa atraerá la mirada de nuestro jefe, pareja o amigos.
2. Dispersión en actos sociales. Aunque muchas personas ocultan su enfado, la continua "desconexión" del interlocutor para atender lo que pasa en su teléfono genera irritación, además de una interacción de baja calidad.
3. Horas inusuales de conexión. Estos programas permiten que otros sepan los momentos en los que tienen lugar las comunicaciones, lo cual genera desconfianza en las parejas y no pocas trifulcas.
Sobre esto último, un estudio publicado en CyberPsychology and Behaviour Journal calculó que la aplicación WhatsApp ha ocasionado ya 28 millones de rupturas entre usuarios, sobre todo por discusiones que tienen que ver con la última conexión de la pareja, o por la sospechosa falta de respuesta tras un "doble check", la señal que avisa de que el mensaje ha llegado a su destinatario y que muchos interpretan erróneamente que significa que el mensaje ha sido leído.
Según el estudio antes mencionado, el 95% de los usuarios de Facebook han buscado alguna vez a su ex, lo cual favorece los reencuentros e infidelidades. Incluso cuando estas últimas no se producen, nuestra actividad en la red social con otras personas puede provocar celos y discusiones en la pareja.
Esta plataforma digital con 2.700 millones de miembros ?casi el 40% de la población mundial? ha propiciado situaciones tan chocantes como un bígamo norteamericano que fue descubierto por su esposa al encontrar en Facebook fotos de su nueva boda, o la sorpresa de una mujer de Misuri que tras colgar un retrato de familia como postal de Navidad, descubrió que en la República Checa era utilizada para la publicidad de una tienda.
Una de las sorpresas que se llevaron los primeros fabricantes de móviles fue descubrir que los usuarios los acabarían usando más para mandarse mensajes de texto que para llamar por teléfono.
No estaba previsto que un dispositivo pensado para hablar acabara convertido en una especie de telégrafo, aunque se mantuvo cierto equilibrio entre voz y mensajes mientras estos ?los casi vintage SMS? eran de pago.
Con la irrupción de WhatsApp, Messenger y similares en los dispositivos con tarifa plana, la gratuidad ha propiciado una bacanal de mensajes de todo tipo que llegan a nuestro bolsillo a cualquier hora del día o de la noche.
Más allá del estrés que provocan los grupos de conversación o las constantes interrupciones durante el trabajo, la urgencia ?a menudo se nos exige respuesta inmediata? y el exceso de estas comunicaciones presenta los siguientes riesgos:
1. Exposición a la curiosidad ajena. En cualquier momento puede aparecer un mensaje íntimo en la pantalla de nuestro smartphone, que si está sobre una mesa atraerá la mirada de nuestro jefe, pareja o amigos.
2. Dispersión en actos sociales. Aunque muchas personas ocultan su enfado, la continua "desconexión" del interlocutor para atender lo que pasa en su teléfono genera irritación, además de una interacción de baja calidad.
3. Horas inusuales de conexión. Estos programas permiten que otros sepan los momentos en los que tienen lugar las comunicaciones, lo cual genera desconfianza en las parejas y no pocas trifulcas.
Sobre esto último, un estudio publicado en CyberPsychology and Behaviour Journal calculó que la aplicación WhatsApp ha ocasionado ya 28 millones de rupturas entre usuarios, sobre todo por discusiones que tienen que ver con la última conexión de la pareja, o por la sospechosa falta de respuesta tras un "doble check", la señal que avisa de que el mensaje ha llegado a su destinatario y que muchos interpretan erróneamente que significa que el mensaje ha sido leído.
Según el estudio antes mencionado, el 95% de los usuarios de Facebook han buscado alguna vez a su ex, lo cual favorece los reencuentros e infidelidades. Incluso cuando estas últimas no se producen, nuestra actividad en la red social con otras personas puede provocar celos y discusiones en la pareja.
Esta plataforma digital con 2.700 millones de miembros ?casi el 40% de la población mundial? ha propiciado situaciones tan chocantes como un bígamo norteamericano que fue descubierto por su esposa al encontrar en Facebook fotos de su nueva boda, o la sorpresa de una mujer de Misuri que tras colgar un retrato de familia como postal de Navidad, descubrió que en la República Checa era utilizada para la publicidad de una tienda.
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